jueves, 31 de enero de 2008

MUERE EL PADRE MACIEL

Por fin murió el padre Maciel, de quien ya les había hablado en un post anterior (hace algunos meses) Me entere por el noticiero de TV Azteca (quienes no mencionaron para nada su gusto por los niños, pero si hablaron de sus obras) El pobre, pasó sus últimos días cumpliendo el castigo tan, pero tan severo, que le impuso el papa Benedicto XVI por andar de tenton durante tantos años. “En mayo de 2006 el papa Benedicto XVI decidió imponer un SEVERO CASTIGO a Maciel, al exigirle la renuncia "a todo ministerio público" y ordenar que llevara una vida retirada, de rezos y penitencias.”
Supongo que después de esto ya se habrá ganado el cielo y estará feliz al lado de un montón de querubines paseándose desnudos a su lado.

sábado, 26 de enero de 2008

¿QUÉ ES ANARQUISMO?

Por: Emma Goldman


La palabra anarquía suena mal a la mayor parte de las personas porque se la presentan como sinónimo de maldad, relajamiento, caos. Estiman que los anarquistas son una banda de viles facinerosos que desconocen el uso del peine i del jabón; resueltos a matar a los ricos para repartirse su capital. Sin embargo, la anarquía es para sus adeptos una teoría social que procura obtener el orden con ausencia de todo gobierno del hombre por el hombre; significa en una palabra, completa libertad individual.
Si hasta aquí la palabra anarquía ha sido interpretada como significando un estado de ilimitado desórden es porque se ha enseñado a la jente que deben ser dirijidos, que son gobernados sabiamente i que el gobierno es una necesidad.
En los pasados siglos, todo individuo que afirmaba que la humanidad podía seguir su camino sin ayuda de una autoridad terrena ni espiritual, pasaba por loco i concluía sus días en un asilo de alienados o en una hoguera; mientras que hoi hai impios hombres i mujeres a centenares de miles, que se rien de la idea de un Ser sobrenatural.
Pero los librepensadores de hoi, por ejemplo, creen aun en la necesidad de un Estado que proteja a los hombres, sin penetrar en la barbarie de las instituciones gubernativas. No comprenden que el gobierno jamás ha existido ni puede existir sin opresión, que toda autoridad se haya hecho culpable de grandes crímenes contra la sociedad.
La autoridad se ha desarrollado sucesivamente de despótica anarquía, oligarquía, plutocracia; pero nunca ha dejado de ser una imposición.
No se puede negar que es grande el número de personas de buenos sentimientos i de mejor voluntad que deseen mejorar las condiciones presentes; pero no está su espíritu suficientemente emancipado de los prejuicios i de las superticiones de los siglos bárbaros para comprender lo que hai en realidad en el fondo de la institución llamada gobierno.
"¿Cómo podríamos vivir sin gobierno? -dicen unos-. Si nuestro gobierno no es bueno procuremos reemplazarlo por otro; pero en absoluto no podremos prescindir de él".
Lo malo es que el buen gobierno es una ilusión, porque su misma existencia está basada en la tiranía de una clase sobre otra. "Pero los hombres deben ser gobernados -observan-; desean estar guiádos por leyes". Pues bien; si los hombres son niños que es preciso conducir, ¿quién es bastante perfecto, bastante sabio, bastante puro para estar en el caso de gobernar i guiar a sus compañeros?
Nosotros pretendemos que los hombres se gobiernen por sí mismos individualmente. Si para esto no están aún maduros, en el mismo caso se hallan para gobernar a los otros. ¿Es posible, además, que un solo hombre o un pequeño número de hombres dirijan los millones de ciegos que componen una nación?
"Pero necesitamos a los menos alguna autoridad" -nos dice uno de nuestros amigos. Ciertamente, i esa autoridad nosotros la tenemos también; es aquel poder irresistible de las leyes naturales, que se manifiesta lo mismo en el mundo social.
Comprendamos o no esas leyes, es menester obedecerlas, porque forman parte de nuestra existencia. Somos esclavos absolutos de ellas; pero esta esclavitud de ningún modo es humillante, ni está estbalecida en los códigos.
La esclavitud, tal cual existe hoi, tolera una amo esterior, un lejislador estraño a los que le obedecen; las leyes naturales, al contrario, no están fuera de nosotros, sino en nosotros. Y solamente conforme con estas leyes vivimos, respiramos, nos movemos; no siendo ellas enemigas nuestras, sino nuestras bienhechoras.
Las leyes establecidas por el hombre i reunidas en los códigos, ¿están en conformidad con las naturales? Nadie puede ser capaz de afirmarlo.
I porque las leyes que han hecho los hombres no están en conformidad con las de la naturaleza, la humanidad sufre tantos males. Es un absurdo hablar del bienestar humano mientras no seamos libres.
Nada tiene de asombroso el que ciertas personas combatan con tanto encarnizamiento la anarquía i sus propagandistas; esta doctrina exije una cambio demasiado radical de las reglas actualmente admitidas, i la activa i celosa propaganda de sus propagandistas ha de herir a muchas conciencias con sus grandes i nuevas verdades.
Se predica la paciencia i la resignación a los pobres, a cambio de recompensas utlraterrenas. Pero al miserable paria que nada tiene suyo, i que ha de implorar un pedazo de pan, ¿qué le importa que las puertas del cielo se abran para él mas ampliamente que para el rico? En presencia de la inmensa miseria de las masas, tales promesas parecen una amarga ironía.
He encontrado pocos hombres i mujeres intelijentes que defiendan con honradez i conciencia los gobiernos existentes; todos estaban de acuerdo conmigo en muchos puntos; solo en el momento decisivo de los hechos les faltaba valor moral para demostrar i declararse francamente partidarios de los principios anarquistas.
Nosotros, que tenemos escojido el sendero que nos trazan nuestras convicciones, en defensa de principios científicos i naturales, combatimos la organización llamada Estado, i proclamamos el derecho igual a la producción i a gozar de la vida.
Una vez libertados de las restricciones de una autoridad estraña, los hombres pactarán libremente; las organizaciones se formarán de voluntades autónomas; cada uno contribuirá al bienestar común i al suyo propio, trabajando lo que pueda i consumiendo lo que necesite.
Todos los descubrimientos i todas las invenciones técnicas modernas servirán para hacer el trabajo más fácil i agradable; i la ciencia, la instrucción, el arte, accesibles a todos, perfeccionarán i enoblecerán la raza i la mujer será igual al hombre.
"Todo está muy bien -replica uno-; pero los hombres no son ángeles, son egoístas".
¿Y qué? El egoísmo no es un crimen ni un obstáculos; lo es solamente dentro de las condiciones que permiten a un individuo stasifacer su egoìsmo en detrimento de los otros. En una sociedad anarquista cada uno buscará satisfacer su yo; pero como la naturaleza, nuestra madre, ha arreglado las cosas de manera que aquellos sobrevivan solo con la ayuda de sus vecinos, el hombre, a fin de satisfacer su yo, estenderá su ayuda a los que le prestarán la suya; i así, el egoísmo, resultará un bien.
Tal es nuestro ideal.
Un puñal en una mano, una antorcha en la otra i todos los pórticos desbordantes de bombas de dinamita; he ahí como pintan al anarquista sus enemigos. Se le considera un semiloco i un semibribón, que no tiene más objeto que el desbarajuste universal; no conociendo otro medio para llegar al fin que asesinar al primero que halla a su paso. El esbozo es una horrible caricutura, pero no es de estrañar que sea jeneralmente aceptada, por cuanto esta idea se vocea a grandes gritos entre un público siempre dispuesto a creer los sueños mas fantásticos con una terquedad digna de mejor causa.
Entretanto, nosotros pensamos que la anarquía, es decir, la libertad individual, no se obtendrá sin violencia, i que es la misma violencia la que arrastra a las Termópilas i a Maraton.
Mas claro i fuerte que nunca el pueblo reclama la libertad i las condiciones para llegar a este fin son cada vez mas favorables.
Es evidente que a traves de la historia se elabora una evolución, a la que cederán todas las esclavitudes i la violencia bajo todas las formas. I de aquella evolución ha de salir la libertad plena i sin límites, libertad para todos i libertad para cada uno. De ahí claramente se desprende que el anarquismo no puede ser un movimiento retrógrado como se insinúa; en el ejército de la libertad, los anarquistas marchan a la vanguardia. Es absolutamente necesario que la masa del pueblos jamas olvide la lucha jigantesca que debe preceder a la realización de nuestras ideas, i los anarquistas usan de todos los medios a su disposición: la palabra, la prensa, la acción, para apresurar el desenvolvimiento revolucionario.
El bienestar delos hombres no es posible sin el comunismo i la anarquía, sin la igualdad en economía, sin la libertad en derecho. El sistema comunista escluye lójicamente toda relación de amo a criado i significa en realidad anarquismo; pero para llegar a este fin, precisa haber una revolución social.
En cuanto a la violencia que para la jente caracteriza al anarquista, no se puede negar i no se negará que la mayor parte de los anarquistas están convencidos de que la "violencia" no es mas de condenar en un individuo que en un pueblo oprimido que se vale de ella para conquistar la libertad.
Los tiranos han condenado siempre la rebelión de los oprimidos: la Grecia asombra a la Persia, las Horcas caudinas a Roma i Bunker III a Inglaterra ¿La anarquía puede establecerse sin las leyes de la fuerza que lo gobiernan todo?



[Versión del año 1902, aparecida en el periódico anarquista de santiago de chile LA AJITACIÓN.
La transcripción es literal por lo tanto las reglas ortográficas a comienzos de siglo XX no eran las mismas que las actuales: i en vez de y, j en vez de g, etc..]

martes, 15 de enero de 2008

UNA VISITA “INCONGRUENTE”

Francisco Miñarro,
Coordinador de la Federación Internacional de Ateos (FIdA)

15.01.08

La visita del Papa Ratzinger, alias BXVI, a la más grande Universidad de Italia, “ La Sapienza ”, en Roma, prevista para el jueves 17 de enero para inaugurar el año académico, ha desatado una fuerte polémica. Un grupo de 67 catedráticos escribió al rector, Fabricio Guarini, solicitando que fuera cancelada por el carácter oscurantista y reaccionario del personaje. Se aludía en ella a la calificación de “justo y razonable” con que en 1990 el entonces cardenal se refirió al proceso de la Iglesia contra Galileo, y se tachaba de “incongruente” su presencia en un entorno destinado a la docencia y a la investigación científica. A la petición se sumaron las protestas de buena parte de la población estudiantil, lo que ha motivado, hace escasamente unas horas, la decisión de El Vaticano de suspender la visita.

Para algunos medios, y también para cierto sector de la política italiana, la retirada de Ratzinger representa “la victoria de la intolerancia violenta y arrogante de una parte minoritaria de la cultura laica del país” (palabras empleadas por el Secretario de la Unión Demócrata Cristiana , Lorenzo Cesa). Para otros, entre quienes nos incluimos, la polémica suscitada y la firme posición de los 67 firmantes y de los estudiantes que secundaron la protesta implica, por el contrario, un pequeño triunfo de la razón y del laicismo ante la prepotencia del viejo chamán del Catolicismo.

Felicitamos, por ello, a los protagonistas de esta historia, y nos solidarizamos con su exigencia de que el poder religioso deje por fin de inmiscuirse en terrenos que le son absolutamente ajenos. El hecho de que el anterior Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe (ex Santo Oficio) pretendiera ser recibido con todos los honores en la Universidad de Roma, e incluso dictar una “lección infalible” de apertura, hubiera constituido una contradicción evidente en un espacio laico de ciencia y de cultura. Lejos de significar un “hecho gravísimo”, un “daño para la democracia”, una “tensión inaceptable”, una “vergüenza por parte de una minoría laicista ignorante” o una “censura” (términos todos ellos con los que se ha expresado recientemente la maquinaria de prensa italiana), la retirada del Sumo Inquisidor se enmarca en una lógica aplastante: la necesaria separación entre las creencias irracionales y el dominio del saber científico.

En cierta manera, se ha reivindicado en La Sapienza a la figura de Galileo, y con ella a los derechos y las libertades que todo Estado laico debe defender. Ni más ni menos. Y se ha puesto además de manifiesto que el integrismo y la superstición religiosa no son invencibles, y que los argumentos de la crítica y de la razón científica, aún mantenidos por unos pocos profesores y estudiantes, no pueden retroceder ante el empuje ciego de la barbarie.

sábado, 12 de enero de 2008

SOBRE LA CENSURA




Si la libertad significa algo, es el derecho de decirles a los demás
lo que no quieren oír (Orson Welles)

Curiosamente, las personas que se dicen a favor de la censura se
consideran, habitualmente, a salvo de estos peligros. Ninguno de
ellos cree que la sola lectura de un documento pueda transformarlos
en un racista violento, en un violador compulsivo, en un terrorista
criminal o en un devoto seguidor de una secta satánica. Sin embargo,
sí creen que haya otras personas que necesiten de esta protección
especial. Su petición en favor de la censura es manifiestamente
altruista, ya que va dirigida a proteger a los demás y no a ellos
mismos. (...) Conceptos como legalidad o moralidad se tornan
extremadamente escurridizos. Lo que afirme un norteamericano
protestante puede resultarle incómodo a un iraní chiíta, el cuál, a
su vez, sostendrá tesis que molestarán a un israelí judío, que tendrá
opiniones que no gustarán al norteamericano protestante. ¿A quién
hemos de censurar?¿Cuál de ellos no tiene derecho a expresar su
imagen del mundo? Claro que, según algunos de los que piden la
censura, solo hay una visión de la realidad válida, solo una opinión
posible, solo una ética, solo un dios, solo una opción política...
También surgen problemas cuando tenemos en cuenta que términos tan
incómodos para un censor como libertad de pensamiento o libertad de
expresión tienen tan buena acogida hoy en día, al menos en su faceta
teórica. Los mismos que intentan silenciar a los demás quieren poder
expresarse libremente ellos mismos. ¿Admitiría uno de estos
guardianes de la moral la censura por parte de otra persona? La única
solución viene, de manos de la tolerancia. Si hay algo que mi
religión, ética u opción política me prohiben ver o conocer, solo
tengo que apartar mi mirada. Pero no puedo prohibir a los demás lo
que los demás no tienen derecho a prohibirme: el libre ejercicio de
las libertades de expresión y pensamiento. El unico limite que se le
puede poner a la libertad de cada uno es la libertad de los demás. Si
lo que yo pueda decir solo puede perjudicar a quien me escuche, este
siempre tiene la opción de no escucharme. Solo si lo que yo expongo
puede perjudicar directamente a los derechos de un tercero existe una
razón para guardar silencio.

(Yo no lo escribi, ni me acuerdo de donde lo saque, pero lo tenia guardado para colgarlo desde hace como 3 meses)

lunes, 7 de enero de 2008

DESOBEDIENCIA CIVIL “ENEMIGOS DE DIOS “

"Para nosotros dios no existe, dios es una farsa que a tenido al hombre toda la vida arrodillado"

De todos los tiranos siempre fuiste tu el primero
de todos los amos siempre serás el más ruin
No necesitas siquiera que.... ¿?
para que tus esclavos sientan temor de ti!!

Enemigos de dios
Enemigos de dios
Enemigos de dios
Enemigos de un impostor

Que ante ti no somos nada
que te debemos respeto
que todos somos tus hijos
y que tu eres padre nuestro

que si quiere nos castiga
pues creaste el universo
que tu palabra es divina
que la biblia es un misterio

Enemigos de dios
Enemigos de dios
Enemigos de dios
Enemigos de un impostor

Eres tan cruel y cobarde
que la haces creer al pueblo
que los malos son ateos
y los buenos son cristeros

Porque no somos idiotas
para creer en el infierno
en el cielo solo hay nubes
y en la tierra sufrimiento

en el cielo solo hay nubes
y en la tierra sufrimiento!!

Enemigos de dios
y en la tierra sufrimiento!!
Enemigos de dios
y en la tierra sufrimiento!!
Enemigos de dios
y en la tierra sufrimiento!!
Enemigas de un impostor

jueves, 3 de enero de 2008

Pederastas

"Cuando fray Gilberto regresó, me invitó a rezar las últimas oraciones. Yo dormiría, me dijo, en su cama y él en el suelo. Luego sucedió la pesadilla de aquella noche..."



Como es amliamente reconocido, México es un país cuyas instituciones, como la Suprema Corte de Justicia, protegen a las redes de pederastas, sobre todo si estos pederastas pertenecen a la iglesia católica. Un ejemplo está en este post. No obstante, algunos periodistas,como Leopoldo Mendivil, no se detienen en su lucha por denunciar esta situación. La carta que añado a continación apareció en el periódico Crónica, está dirigida al cardenal de la Ciudad de México, Norberto Carrera, a quien se le acusa de proteger curas pederastas. En esta carta, el periodista narra s experiencia al ser acosado por un cura pederasta cuando era niño. La carta es valiente e ilustradora de la desesperante situación en México acerca de los derechos humanos y la indefención de los niños ante los pederastas:


"CARDENAL NORBERTO RIVERA, ARZOBISPO DE MÉXICO:
Sus palabras, tomadas de la grabación de su sermón en la misa que ofició para las reclusas de Santa Martha Acatitla el 17 de diciembre, fueron:

“… Tantas cosas hacen peores, no matan el cuerpo del hombre pero es una víbora que mata la fama de los demás, y ustedes se encuentran aquí, pero también afuera (hay) gente que mata la dignidad, el buen nombre de las personas, verdaderas prostitutas, verdaderos prostitutos de la comunicación y no les importa si sean inocentes o no, con su sentencia ellos juzgan, ellos condenan y para ellos no hay más justicia que la que ellos dictan”.
Así barrió por parejo, cardenal, a periodistas, mujeres y hombres, sin distinción, sin inocentes, sin grados de culpabilidad o de inocencia. Sin juicio, incluso.
Hay otros, cardenal, que con sus actos matan otra clase de valores, como la fe en la religión que ellos representan. Sobran casos y sobran acciones con las que ellos pueden matar la dignidad; pero hay una que, así no haya logrado su objetivo, humilla para siempre:
La del pederasta con sotana.

Como no hay mejor ejemplo que el propio, voy a contarle a grandes rasgos la noche en que murió, asesinada, mi creencia en la Iglesia Católica Apostólica Romana:
Ocurrió en Durango —su ciudad, mi ciudad, cardenal— el Viernes Santo del año 1952.
Cursaba el sexto año de primaria en el Instituto Durango, un colegio de la orden franciscana. Pertenecía al coro del colegio, integrado ese mismo año por algunos de los frailes cuya casa formaba parte del templo de Los Ángeles, allá, usted sabe, donde comienza el Parque Guadiana. Fray Gilberto, fray Rigoberto y Fray Junípero organizaron lo que sería también un medio para buscar candidatos al seminario y como se trataba de convencernos, nos invitaron a pasar con ellos el Viernes Santo. No a todos los miembros del coro, sólo a los que, supongo, consideraban más aptos para tomar el camino de la Iglesia, pero el respeto me obliga a guardar sus nombres, sobre todo porque algunos, al menos por un tiempo, siguieron ese camino.

Como la casa de los franciscanos no tenía espacio para huéspedes, cada uno de nosotros dormiría en la celda de uno de los frailes. Fray Gilberto me invitó a compartir la suya.
Fue un día muy agradable que transcurrió entre actos ceremoniales, deportes, charlas sobre la conmemoración de la muerte de Cristo, la historia y los hechos de los apóstoles, etc., pero por la noche se nos instruyó retirarnos a las celdas correspondientes en tanto ellos culminaban el ritual de la crucifixión con una ceremonia secreta, en el templo. Así debió ser, pero alguno sonsacó a los demás que quisiéramos presenciar el ritual, a subir en silencio al coro. Y varios lo hicimos, cardenal. Pudimos ver a los frailes y a los sacerdotes orar primero, en latín, conducidos por el superior de la orden y director del colegio, y luego desnudarse el torso y azotarse la espalda con los lazos de los hábitos. Cuando los azotes terminaron, perturbados nos fuimos, silenciosamente otra vez, a las celdas.

Cuando fray Gilberto regresó, me invitó a rezar las últimas oraciones. Yo dormiría, me dijo, en su cama y él en el suelo. Luego sucedió la pesadilla de aquella noche. No la voy a describir; sería demasiado aunque por fortuna no duró más de un instante, cardenal, porque el tamaño del susto me hizo reaccionar rechazando lo que no conocía pero el instinto, supongo, encendió mis alarmas lo suficiente para que el fraile las detectara cuando vio mis ojos clavados en la puerta de la celda. Pidió perdón, se tumbó sobre la colchoneta tendida en el suelo y para nada se movió ya. Ignoro cuánto tiempo estuve despierto pero fue una larga, terrible vigilia.
Días después, en el colegio, fray Gilberto me preguntó si estaba enojado. No respondí ni conté aquello a nadie. Mis padres murieron muchos años después sin enterarse. Mis hermanas menos; tampoco mis amigos y en los 55 años que han transcurrido desde aquella noche de Viernes Santo sólo unas cuantas personas conocieron la historia y la explicación del retiro irrevocable que me auto-decreté de la Iglesia… Y de Dios, cardenal, porque a fuerza de rumiar muchísimas veces aquel pasaje de mi infancia nunca pude justificar que ni por haber sido la conmemoración de la muerte de Cristo aquel individuo, que se preparaba para ser Su-representante-en-la-Tierra, hubiera intentado eso conmigo…

Desde entonces, salvo escasas ocasiones en que intenté cambiar, sigo fuera de su Iglesia, cardenal… Y en cuanto a Dios, las cada vez más infrecuentes ocasiones en que recordaba el incidente, le reclamaba cómo podía permitir a Sus “ministros” ensuciar Su nombre sin castigar, entre tantas conductas inmorales que les hemos conocido, esa, quizá la más vil, de la pederastia.

Soy, con orgullo, periodista, y comparto con mis colegas el calificativo que como Príncipe de su Iglesia nos endilgó, a todos, de “verdaderas prostitutas, verdaderos prostitutos de la comunicación”. Por eso decidí revelar públicamente aquella noche de Viernes Santo que he cargado por décadas con vergüenza y rabia, no por lo que —quiso Dios, quizá— logré impedir, sino por el recuerdo de aquel fraile vestido con el hábito franciscano, intentando ensuciarme… Y por el honor de los que no pudieron evitarlo.

Respondo también, cardenal, a su bautizo, con esta revelación como un reclamo enérgico por su insolencia contra periodistas que cumplimos la función social de denunciar, pruebas vistas, a “los verdaderos prostitutos” que en la Iglesia y fuera de ella atentan contra leyes, creencias, famas, dignidades, vidas, patrimonios… Los primeros, malamente escudados en el nombre de Dios, pero protegidos por sus superiores.

lmendivil@delfos.com.mx, m760531@hotmail.com "
Este articulo lo saque de aquí: http://marcocar.blogspot.com/
´La homosexualidad perjudica a las personas y a la sociedad´
La semana pasada, el Tribunal Superior de Justicia de Canarias emitió dos nuevas sentencias condenatorias contra el Obispado de Gran Canaria por "vulneración consciente" de los derechos fundamentales de las dos docentes de Religión despedidas en 2001. El máximo responsable de la Iglesia en Tenerife habla sobre los despidos y reflexiona sobre otros temas como la homosexualidad y el "sectarismo" de la COPE.





LAURA DOCAMPO | LA LAGUNA _Según las estadísticas, las bodas civiles superan ya en Canarias a las religiosas, ¿por qué piensa que se da esta tendencia?
_Son varias las causas que lo justifican. Muchas de las bodas que se celebran en Canarias son segundas o terceras bodas. Si hubo una boda canónica y una separación, la nueva boda ya no puede ser canónica. En segundo lugar, esto significa también que la gente se casa menos. Tenemos otras formas de convivencia y esto forma parte de una sociedad plural en la que hay gente creyente y gente que no lo es. La gente a la hora de casarse sabe que el matrimonio en la Iglesia es para toda la vida y, por tanto, no quieren correr el riesgo hasta estar muy seguros. Luego, también influye esta especie de montaje que se ha hecho alrededor del matrimonio, todo el gasto en la parafernalia que se monta alrededor de esto.
_Canarias tiene el récord nacional de divorcios. ¿Nos falta amor o compromiso en el matrimonio?
_Yo diría que falta madurez. Frivolizamos un poquito las cosas serias, no sé si porque somos una región muy soleada o porque somos muy abiertos. La gente se casa sin la conciencia y sin la responsabilidad que esto implica. También se cree que el matrimonio es algo que uno toma y deja como quien se sube y baja del tranvía. Hay una especie de incapacidad para afrontar el sufrimiento, el sacrificio; para aceptar al otro con sus limitaciones, para perdonarse. Todo esto influye y si encima se tiene una puerta de escape como el divorcio exprés, el mensaje es: No se complique usted la vida, ¿para qué hacerlo si hay una salida fácil?
_ ¿Está usted de acuerdo con que casarse por lo civil o irse de copas sea motivo de despido de un profesor de Religión, como ha sucedido en Canarias?
_Yo no sé cuáles fueron los motivos por los que hubo esos despidos, pero seguro que no fue solo por eso. Una boda civil sí puede ser una causa de despido. Bueno, no de despido, porque nosotros no despedimos a nadie, lo que hacemos es no renovarle la misión. Para dar clases de Religión hace falta cumplir una serie de requisitos. Por eso, el encargo se renueva anualmente. La clase de Religión es algo muy peculiar. Estamos hablando de un trabajo en el que están involucradas las creencias. Esto está regulado de una forma muy especial, que es difícil de compaginar con los derechos de los trabajadores.
_El País adelantó el lunes las dos nuevas sentencias del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) en las que se condena al Obispado de Gran Canaria por "vulneración consciente" de los derechos fundamentales de las dos docentes de Religión despedidas en 2001.
_El artículo de El País es tendencioso y tiene una marcada agresividad. Con Las Palmas hemos optado por callarnos porque se han escrito cartas al director de ese periódico y no las publican. Segundo, en el TSJC ha habido una filtración que vulnera el secreto sumarial, porque ese artículo decía que el tribunal diría tal cosa. Pero lo que no dicen es que en varias ocasiones el Tribunal Supremo de España ha dicho que el de Canarias no tiene razón. El TSJC puede emitir todas las opiniones o valoraciones que quiera, pero luego hay un tribunal superior que ha dado la razón a la Iglesia. Todos podemos reclamar cosas, pero el Obispado de Las Palmas no ha actuado en contra de la Ley. Nadie puede dar clases de religión si el obispo no da el nombramiento y si lo hace es que el Estado se está metiendo en un campo que no le compete. El Estado puede readmitirlo, pero en otra función. En clases de Religión, seguro que no. No podemos ceder en esto.
_El obispo de San Sebastián dijo que que la COPE debería evitar "destilar animosidad", "ironía mordaz" o "sectarismo". ¿Está usted de acuerdo con estas acusaciones? ¿Escucha habitualmente esa emisora?
_La escucho poco. Tengo poco tiempo y si escucho la radio pongo música clásica. Primero hay que decir que la COPE no es la Iglesia. Es una emisora en la que la Iglesia tiene la mayoría de la propiedad. Esto significa que es libre, no la maneja nadie ni se vende a nadie. La llevan los que la dirigen y cada uno de los profesionales es libre y responsable de decir lo que quiera. Unas veces hay unas voces como las de la mañana, que yo no comparto para nada. Son voces esperpénticas y tendenciosas y otras veces hay otras voces. Y si no existiera la COPE habría que inventarla, porque si no estaríamos todos cortados por la misma línea informativa.
_¿Es cierto que no marcar la casilla de la Iglesia en la declaración de la renta es pecado, como dice Jiménez Losantos?
_Esa expresión es una hipérbole literaria.El lenguaje de Federico hay que entenderlo en el contexto en el que él habla. Creo que ni él mismo pondera lo que dice. Pero al margen de cuestionar la forma, muchas veces el contenido de su discurso da en el clavo.
_Usted sabe que en Canarias hay un colectivo homosexual muy numeroso?
_¿Tan grande es?
_¿Qué opina de la homosexualidad?
_Yo creo que lo primero que hay que hacer es distinguir a las personas del fenómeno. Las personas son siempre dignas del mayor respeto. Si una persona, por una razón fisiológica elige esta forma de vida me merece mi máximo respeto. Otra cuestión es que la homosexualidad sea o no una virtud. Hay que tener mucho cuidado hoy en día porque no se puede decir que la homosexualidad se sufre o se padece. No es políticamente correcto decir que es una enfermedad, una carencia, una deformación de la naturaleza propia del ser humano. Eso que decía cualquier diccionario de Psiquiatría diez años atrás, hoy no se puede decir. Está clarísimo que, en este sentido, mi pensamiento es el de la Iglesia: respeto máximo a la personas. Pero, lógicamente, creo que el fenómeno de la homosexualidad es algo que perjudica a las personas y a la sociedad. A la larga pagaremos las consecuencias como las han pagado otras civilizaciones. Yo no digo que se reprima, pero entre no reprimirlo y promoverlo hay un margen. Creo que hay que promover la educación. Los valores de la feminidad y la masculinidad debemos inculcarlos en los niños. Puede que nos digan que estos valores son retrógrados, pero nosotros pensamos que estos valores respetan la libertad pero al mismo tiempo orientan a las personas.
_¿Hay que orientar la sexualidad?
_No se puede dejar a las personas libradas a lo que salga, ¿por qué no hacemos lo mismo con la violencia o con otros impulsos que tiene el ser humano? Además, sólo un 6% de los homosexuales se deben a cuestiones biológicas. No hay que confundir la homosexualidad como necesidad existencial de una persona, con la que es practicada como vicio. La persona practica como puede practicar el abuso de menores. Lo hace porque le atrae la novedad, una forma de sexualidad distinta.
_La diferencia entre una relación homosexual y un abuso está clara.
_Por supuesto. Pero, ¿por qué el abusador de menores es enfermo?
_Para empezar, un abuso es una relación no consentida.
_Puede haber menores que sí lo consientan y, de hecho, los hay. Hay adolescentes de 13 años que son menores y están perfectamente de acuerdo y, además, deseándolo. Incluso si te descuidas te provocan. Esto de la sexualidad es algo más complejo de lo que parece.

NOTARAN QUE CONDENA LA HOMOSEXUALIDAD, PERO JUSTIFICA A LOS PEDERASTAS.
FUENTE: http://www.laopinion.es/secciones/noticia.jsp?pRef=2994_9_120211__SOCIEDAD-homosexualidad-perjudica-personas-sociedad