LA PARANOIA DE LA INSEGURIDAD

"I'm the Kling Klang King of the Rim Ram Room!"
lunes, agosto 25, 2008
La paranoia de la inseguridad


En el libro La Doctrina del shock, (pueden entrar al sitio del libro aquí) la investigadora Naomi Klein demuestra que los gobiernos ultraliberales aplican a sus sociedades una "terapia de choque" antes de implantar medidas antipopulares, a fin de minar la resistencia de los ciudadanos, distraerlos y mantenerlos ocupados en otros asuntos, mientras los gobiernos coludidos con los grandes capitales se despachan con la cuchara grande, haciendo privatizaciones, recortes presupuestales al gasto social en educación, vendiendo los bienes nacionales, etcétera.

Así lo hicieron en Chile en 1973: la oligarquía local asesorada por los Chicago Boys de Milton Friedman dieron un golpe de Estado para mantener a la sociedad sojuzgada y atemorizada y que aceptara apenas sin chistar todo el proceso de liberalización económica, eliminando además toda oposición a través de asesinatos, tortura y terrorismo de Estado.

Así lo hicieron en 2001, luego de los atentados del 11 de septiembre en Nueva York: con el pretexto del terrorismo les dejaron ir un "Acta Patriótica" que vulnera gravemente los derechos humanos de los ciudadanos norteamericanos.

Y lo volvieron a hacer luego de que el huracán Katrina arrasó prácticamente con Nueva Orleans. La gente, aturdida por los estragos del desastre natural, ni siquiera se dio cuenta cuando les privatizaron el sistema de educación. Ahora, las escuelas de la ciudad son controladas por la iniciativa privada pagada por el Estado.

Eso mismo está sucediendo en México. El gobierno, coludido con los empresarios y los medios de comunicación, nos están haciendo creer que el país está "secuestrado" por la delincuencia, por los narcotraficantes y los secuestradores, cuando la realidad es que es el mismo gobierno el que ha propiciado con la ineptitud y la corrupción que se estén dando tantas muertes relacionadas con el crimen organizado.

El gobierno de Calderón rompió los acuerdos que durante años habían mantenido a raya a los narcotraficantes y desató una guerra intestina por el control de los mercados de la droga y las rutas de distribución. Antes, los narcos sabían a qué atenerse con el gobierno y la policía, sabían de a cómo y con quién; a cambio, los narcos respetaban los límites que les ponía el gobierno, siempre y cuando los dejaran trabajar en paz. De vez en cuando había un decomiso y unas cuantas detenciones, nomás por no dejar, pero hasta los policías escoltaban los cargamentos de droga y todo sucedía relativamente en santa paz.

Pero ahora eso ya cambió, gracias a la estupidez del señor ése que se ostenta como presidente de México y la runfla de ineptos que colocó en las dependencias relacionadas con la seguridad y la procuración de justicia. Por eso tuvo que recurrir al ejército y la cosa se puso peor. La cifra de muertos relacionados con el narco crece a diario. Ya ni siquiera se puede llevar la cuenta.

En tanto, las guacamayas de los medios electrónicos y escritos se desgañitan y rasgan las vestiduras exigiendo "justicia" por el asesinato del joven hijo de un rico empresario (que era dueño de una cadena de tiendas deportivas y lo es aún de una cadena de lujosos gimnasios). Y luego se dedicaron a festinar el circo mediático que armaron para firmar un rimbombante "Acuerdo Nacional por la Seguridad, la Justicia y la Legalidad", que no tiene validez legal alguna, dado que Calderón lo firmó como "testigo de honor", o sea que no está obligado a nada, además de que estuvo hecho sobre las rodillas y el mismo día el secretario de seguridad federal pidió que borraran uno de los puntos del acuerdo que no estaba lo suficientemente "planchado" con los gobernadores.

Pero qué bonitos se veían todos, tan puestos de acuerdo, dispuestos a cumplir un trabajo por el que les pagamos todos los ciudadanos y que deberían hacer desde hace años.

Por si fuera poco, la "estrategia de choque" del gobierno calderonista y sus adláteres alcanza ya niveles insospechados. Para ejemplo, un par de botones:

Hace un par de días me llegó un mensaje de correo electrónico del Banco Santander, que manejan las cuentas de la nómina de mis trabajos, con una serie de consejos de "seguridad en caso de ser detenido por un policía", que a continuación reproduzco para ilustrar el grado de paranoia que buscan inducir en la población:
Para Santander tu Seguridad es de suma importancia, es por esta razón que te damos a conocer estas sencillas recomendaciones para mantenerte seguro y sin problemas en caso de ser detenido por algún Patrullero:
· En caso de ser un auto patrulla anote de inmediato el número de registro del vehículo pintado en el mismo.
· Ponga los seguros en todas las puertas de su auto. Abra única y parcialmente la ventana del conductor para entregar los documentos de su auto su licencia de conducir en caso de ser requerido por el policía.
· Antes de entregar cualquier documentación, exija la identificación del policía, por lo general la lleva en el pecho de modo visible, y anótela, así como la hora de la detención. Usted debe exigir al supuesto policía sus documentos. No se deje intimidar; manténgase firme, sin ser atrevido o descortés.
· Por ningún motivo baje del auto ni abra la puerta al policía.
· Si el policía manifiesta que tu auto será remitido, manéjelo usted mismo, por ningún motivo, entregue el vehículo a la policía.
· No permita nunca la revisión del vehículo (abrir la cajuela u otro acto similar).
· La policía para realizar alguna inspección en su automóvil deberá presentarle previamente una orden de cateo emitida por el juez. Su auto es una propiedad privada, igual que su casa; nadie tiene derecho a invadirla, revisarla o atropellarla. Por ejemplo, si usted permite que revisen su auto, un mal policía -que alguno existe- podría fácilmente "sembrarle" drogas, armas u otros elementos).
· Al llegar a la Agencia del Ministerio Público y bajarse de su auto, ciérrelo y no entregué las llaves a la policía.
· Si no tiene teléfono celular, solicite el uso de la línea telefónica para llamar a sus familiares. Esto debe ser cumplido por la policía. si a usted lo detienen llame por celular de inmediato a dos o más familiares, dé el nombre y número del policía que debe tener en su uniforme y describa el hecho.
Importante:
· Un policía no puede detener a nadie si no es por un flagrante delito.
· Si no se ha cometido una falta y la documentación está en regla, un policía necesita una Orden de Captura y una Orden de Cateo (ambas, no basta una) para intervenir un vehículo.
· La persona detenida tiene derecho a pedir un abogado y hacer una llamada.
· Los policías tienen la absoluta obligación de identificarse.
· Si le dicen que hay que ir a una Agencia del Ministerio Público, hay que exigir ir a la más cercana.
· Aunque la legislación puede variar de país en país, en general estos consejos son válidos en toda América latina... y en casi todo el mundo
Artículo de César Ortiz Anderson
Evita ser victima de la delincuencia, para mayor información consulta el Site de Seguridad en el portal Santander, donde encontrarás una serie de recomendaciones para mantener tu seguridad.

Todo esto estaría muy bien si México fuera un país donde todos, autoridades y ciudadanos, respetaramos las leyes y no nos sintiéramos con "fuero" o exentos de que nos sea aplicada la ley en caso de que la infrinjamos. Todos nos sentimos con derecho a exigir que se aplique a ley a los delincuentes, pero pedimos clemencia y "comprensión" cuando nosotros mismos la violamos.

Por otro lado, si no tenemos confianza en nuestras autoridades, ¿en quién diablos vamos a confiar para que nos protejan? ¿Regresamos a la "ley de la selva", que cada quién se rasque con las uñas que tenga? ¿Entonces para qué pagamos impuestos (que no son precisamente bajos)?

Lo que tenemos que hacer es denunciar y exigir que las autoridades y los funcionarios públicos hagan bien su trabajo, que desquiten el sueldo que les pagamos TODOS con nuestros impuestos, los declaremos o no a Hacienda, porque al consumir y al trabajar ya estamos pagando impuestos a chaleco (por eso son "impuestos").

En ese sentido, tiene razón el empresario Alejandro Martí: si no pueden con la delicuencia, mejor renuncien, porque cobrar por algo que no hacen también es corrupción.

Pero a los señores gobernadores y políticos les entra por un oído y les sale por el otro, como decía mi señora madre.

El otro ejemplo es una nota aparecida en Milenio Diario, donde se plantea que los servicios de redes sociales por Internet son "fuentes de información" para los secuestradores, con la "contundente" evidencia de que el niño Fernando Martí mantenía un perfil en Hi5, que "pudo" haber sido utilizado por sus secuestradores para allegarse datos sobre su vida y hábitos.

Con el "profesionalismo" que caracteriza a los reporteros de dicho periódico, no se presenta ningún tipo de evidencia sino sólo declaraciones de "especialistas" y la mención de "casos" ocurridos en otros países.

El supuesto razonamiento es el siguiente: "La familia del niño Martí es rica. Los secuestradores se dieron cuenta de ello viendo su perfil en Hi5. Así supieron todo sobre él, pusieron un retén haciéndose pasar por policías de la AFI y lo secuestraron".

Genial modus operandi de los secuestradores, ¿no? Desde luego, no cuenta para nada que el niño salga custodiado por guaruras y que viva en una colonia de ricos. Es decir, que muestre objetivamente lo que es. No: la culpa es del Hi5, porque se puede meter ahí cualquier persona con quién sabe qué aviezas intenciones.

Mejor escóndanse, no hablen con nadie, no se comuniquen con nadie, a nadie le cuenten nada. No los vayan a secuestrar.

Desde luego, de lo que se trata es de sembrar la paranoia entre la población para que desconfiemos de todo y de todos. Así, los señores del dinero y el gobierno podrán seguir haciendo de las suyas, enriqueciéndose a expensas de la miseria de la gran mayoría de la población, de una nación de gordos desnutridos, ignorantes, alcohólicos, drogadictos, deprimidos y enfermos.

Facebook y Hi5, banco de datos para plagiarios

por Víctor Hugo Michel

Son una puerta abierta a información personal, imágenes y hábitos de los usuarios.

Desde antes de confirmarse su asesinato, la información personal de Fernando Martí era, sin su autorización, un bien público. Gracias a internet su identidad estaba abierta para que cualquier extraño obtuviera información de inteligencia sobre hábitos, nivel de vida y personas cercanas.

Fotografías, recuentos de viajes, datos personales sobre su familia y compañeros de escuela formaban parte de su perfil en la página de Hi5, una red social que desde 2003 ha atrapado a millones de personas en el mundo, incluidos miles de mexicanos, la mayoría de entre 10 y 25 años de edad.

Días después de su muerte, las fotografías personales del joven Martí comenzaron a circular en medios mexicanos y otras páginas, aparentemente extraídas de su cuenta, pero sin la autorización de sus padres. Tras la invasión a la privacidad de la familia, la página fue cerrada.

Para otros el riesgo persiste

Conocidas como “redes sociales”, páginas de blogs, Hi5, MySpace y Facebook han comenzado a ser explotadas por la delincuencia organizada para obtener información sobre sus víctimas, que sin saberlo proporcionan a sus potenciales verdugos cúmulos de datos personales.

Sólo hace falta interpretar los datos socioeconómicos y lazos familiares contenidos en las imágenes, señalan especialistas de seguridad consultados por MILENIO.

“Esto ya ha sucedido en México, tenemos clientes que lo han sufrido. Estas páginas no sólo están exhibiendo a una persona, sino que dan información de quién compone la familia, dónde y cómo vive y dónde estudia. Esto crea la posibilidad de un secuestro”, aseguró Eduardo Muriel, investigador privado con más de 40 años de experiencia en el negocio de la seguridad.


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