martes, 4 de marzo de 2008

Ateísmo y moral

Uno de tantos dogmas tatuados en el juicio colectivo es el del ateo inmoral, ruin, malo.

Como la figura del judío hereje y usurero en el medioevo, hy día suele concebirse al ateo como un ser maligno, incontinente -capaz, por ende, de cualesquiera brutalidades-, y, en suma, como un pecador.

A este respecto sobra señalar que, según la concepción católica, el que niega a Dios -no necesariamente que blasfeme, por más delicioso que esto sea- está pecando. Ignoro si merezca excomunión. Desde esta perspectiva, más de la mitad del mundo -islamitas, judíos, budistas y otros cientos de millones protestantes- son pecadores; pero, para ellos, perteneciendo a sus diversas religiones, condenada el alma está del que coma puerco, del que tenga sus genitales cerca de los de otro, o del que tome café.

Pecadores, pues, son todos. El judeocristianismo en particular tiene por pilares a santos y pecadores; mártires, el remanente de los héroes mitológicos.

Pero ¿qué con el ateo? Se me haría una estupidez inmensa asociar a todos los católicos del mundo -incluso a todo el clero- con pederastas. ¡Pero qué! No todo musulmán se atavía con explosivos.

El argumento secundario, que va más allá de la religión, suele encontrarse en personas que, un tanto temerosas ante la confrontación de pensamientos, válense de un solo dios, Luz, Inteligencia Suprema, como la parábola de los caminos y la montaña; y su problema con los ateos es el que "quien no tiene Dios, no tiene frenos". Esta reducción de Dios a un mero vigilante y castigador, imagino, no a todo teísta gusta; ésos suelen valerse del libre albedrío como solución.

Unos pocos teístas, tan seguros de poseer la Verdad (no en el sentido racional, ni en uno filosófico) guardan poco o ningún cuidado en desconfiar del ateo. Éstos han, en los más de los casos, alejádose del formalismo doctrinal; una suerte de gnosticismo. Lamentablemente, son pocos.

El ateo constituye una minoría si se la compara con el resto del mundo.

Estudios sociodemográficos han demostrado que el 95% de personas, variando menos en un 10% por nación -talvez menos aún en occidente-, que han estado o están en prisión por toda guisa de crímenes, son religiosos, contra un 5% de ateos criminales.

La concepción moral universal, el acerbo ético, llamémoslo, se encuentra en toda cultura o civilización (el Código de Hammurabi, incluso la Ley de Moisés); matar, robar, el incesto (al que tanto cuidado tuvieron los griegos).

Hacer el bien por temor al fuego infernal, o por la ambición del Paraíso, no es más que hipocresía. Fumo y bebo porque quiero; mantengo relaciones fuera del matrimonio cuando quiero; apoyo, como librepensador, la libertad sexual sin mayor restricción que la anticoncepción. No robo y no mato, porque no quiero. Y mi querer no va a cambiar de la noche a la mañana, ni está pendiente de alguna Encíclica que licencie lo que deseo. No me soy hipócrita a mí mismo.

Hace 25 siglos Anaxágoras, por ateo, fue exhiliado de Atenas. Hoy se nos sigue agrediendo a todos los niveles. Pocos manifiestos ateos son los que no se ven atacados por la intolerancia religiosa.

Saludos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Apenas lo estaba copiando para colgarlo.

purgatorio de religion dijo...

esta muy chido diosito, veo ke nadie se a interesado en postear nadie esta sigiendo su ideal esa afferracion al ser ateo era falsa para muchos de la banda, pero nosotros no kaeremos en eso kontinuemos y sigamo0s poesteando hermano.

Anónimo dijo...

No sea wey, esto lo escribió Juan Rivas. No es que los demás no crean en esto, nomás son huevas (lease Bastardo) los demas pues tienen jale, jajaja
Pero seguiremos aferrados hermano